Entrevista a Camila Correa Jullian, egresada DIMEC

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“Espero que las mujeres tengamos más representatividad en todos los espacios, como por ejemplo, en las instituciones que dirigen los ingenieros, en las Universidades, empresas y sector público”

En la ceremonia del Colegio de Ingenieros de «Mejores Titulados», la hoy alumna de un Máster en Ciencias en la Universidad de Maryland, Estados Unidos, hizo hincapié en los problemas de discriminación que sufren las mujeres. La egresada del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Chile (DIMEC U. Chile), obtuvo la mejor nota de presentación de todo el DIMEC U. Chile en su examen de titulación generación 2019. Además, realizó un gran trabajo de titulación, logrando publicar un artículo en una revista ISI Web of Science. Fue profesora auxiliar y ayudante de 9 cursos de la carrera.

En esta entrevista, Camila Correa de 26 años cuenta detalles de su historia, sus anhelos y aprehensiones.

-¿Qué nos cuentas de tu historia de vida? ¿Tus intereses?

Crecí en Santiago, viviendo con mi mamá Margarita, que es médico pediatra de urgencia, y, por lo tanto, trabajólica, en el mejor de los sentidos. Egresé a finales del 2012 del colegio Wenlock School, y entré al año siguiente a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile. En mi último año de pregrado, tuve la oportunidad de conocer más del mundo de la academia y la investigación, por lo cual decidí seguir estudiando.

Me interesan mucho las energías renovables, desde un punto de vista técnico y sociopolítico. Fuera de eso, me gusta cocinar y leer ficción, historia y ciencia. Ahora estoy intentando aprender italiano y patinar.

-¿Por qué estudiaste ingeniería mecánica?

En el colegio me gustaban muchas áreas distintas, pero, sobre todo, me gustaba lo práctico de la física. Siempre quise estudiar ingeniería mecánica por su flexibilidad, y las diversas aplicaciones que tiene en muchas áreas. Además, el hermano de mi mamá es Ingeniero Civil Mecánico y muchas veces me hablaba de todas las posibilidades que te abría el ser ingeniero. Ya en la universidad, cuando tenía un poco más de conocimiento específico, me incliné mucho por las energías renovables y la sustentabilidad. Sabiendo el rol que cumple la ingeniería mecánica en estas áreas me terminé de convencer de que este era el camino correcto para mí.

-¿Qué esperas de tu futuro? ¿Tus sueños?

Hoy estoy enfocada en terminar mi Máster con una buena tesis y una publicación fuerte. Después de eso planeo continuar mis estudios a través de un doctorado, a los cuales estoy postulando en este momento. El objetivo final es volver a Chile para aplicar e implementar los conocimientos que he adquirido de una forma que sean un aporte a la sociedad y al país. Me gustaría trabajar en una universidad tradicional, investigando en áreas de energía y confiabilidad, además de tener la posibilidad de trabajar en proyectos de política energética nacional y desarrollo regional.

-¿Siempre fuiste «matea»?

La verdad es que sí, al punto de que mi papá se reía y decía que estudiaba mucho y que me relajara un poco. Siempre me ha gustado estar constantemente haciendo cosas, ya sea deporte, ayudantías o participando en otras actividades. Siempre fui muy competitiva, y para mi mamá mi educación siempre fue su mayor prioridad. Por eso, me enseñó a hablar el inglés al mismo tiempo que el español, y también es la razón de porqué asistí a un colegio británico. Ella sabía que hablar inglés iba a ser primordial en mi educación y en mi desarrollo profesional, cualquiera fuera el camino que quisiera seguir. Me encanta saber y estudiar cosas, y disfruto mucho estar con personas que se sienten así. Ahora creo que estoy mucho más relajada, pero querer hacer bien las cosas y dar mi mejor esfuerzo siempre ha sido natural en mí.

-¿Has pensado en la docencia como carrera? Fuiste ayudante y auxiliar de 9 cursos.

Participé como auxiliar y ayudante de muchos cursos, sobre todo en mecánica, por varias razones, entre ellas que me gustaban los ramos y que quería participar del proceso de aprendizaje de otros. Ser auxiliar o ayudante creo que brinda una perspectiva distinta a ser solo estudiante, sobre todo si a uno le interesan temas de educación. He pensado varias veces en la docencia como un camino futuro, sobre todo por cómo ha sido mi experiencia en Estados Unidos.

-¿En qué consistió tu trabajo de titulación? ¿Cómo fue el proceso de publicar? ¿Tus prácticas? ¿Cómo te sentiste? ¿Alguna anécdota?

Camila Correa, junto a su pololo Sergio Jofré, al finalizar su examen de titulación, en enero de 2019.

Mi trabajo de título consistió en una investigación sobre técnicas de aprendizaje profundo (Deep Learning) aplicadas a pronóstico y detección de anomalías en sistemas solares térmicos. Mis profesores guía y co-guía fueron José Miguel Cardemil y Enrique López, respectivamente. La idea era aplicar estas técnicas a sistemas reales con el objetivo de predecir futuros estados de operación. El plan original era utilizar el circuito de calentamiento de agua con energía solar térmica, parte del sistema de calefacción y aire acondicionado de Beauchef 851, pero por algunos problemas de operación decidimos simular el sistema, utilizando datos de radiación solar. Con estos pudimos predecir cómo se comportaba el sistema y contrastamos los resultados con mediciones en terreno y simulaciones. Así, con una buena predicción es posible detectar problemas y solucionarlos de manera preventiva a través de mantención. En la práctica, esto implica que se pueden desarrollar herramientas simples para incrementar la disponibilidad de estos sistemas térmicos. Como consecuencia, se aumenta la confianza en este tipo de sistemas para aplicaciones de energías renovables. Mi titulación fue un momento emotivo y coincidió con que Sergio Cofré, mi pololo y egresado del DIMEC, pudo viajar a Chile, pues se encontraba haciendo un Ph.D. en el extranjero.

Los procesos de publicación en revistas científicas suelen ser tediosos, y en particular siento que he tenido suerte para ello. Mi primera publicación, basada en mi trabajo de título, fue aceptado en la segunda revista a la cual enviamos. Hay mucho que aprender, tanto de cómo escribir publicaciones científicas, de enviarlos a revistas y conferencias, de ser revisor del trabajo de otros, y aceptar el rechazo como parte natural del proceso. Agradezco mucho el apoyo de mis profesores guías en ese aspecto.

Respecto de mis prácticas profesionales fueron experiencias muy distintas entre sí. De esas, quiero destacar mi segunda práctica que realicé en Enercom S.A., apoyando el diseño y cálculo de equipos, principalmente de transferencia de calor utilizados en la industria. Fue un ambiente muy grato y aprendí harto de cómo funciona una oficina de ingeniería en la realidad. Mi tercera práctica, y la más importante, fue en el Centro de Investigación de Energía Solar de Fraunhofer Chile Research. Esta experiencia es una de las razones por las cuales decidí involucrarme en la carrera académica. Ahí vi esbozos de lo que una carrera de investigación aplicada podría ser y, gracias al equipo de la Doctora Mercedes Ibarra, tres trabajos fueron presentados en conferencias internacionales.

En cuanto a mi paso por el DIMEC y la FCFM fue muy grato, a pesar de los altos y bajos naturales. En particular, por las excelentes personas que conocí como amigos y compañeros, lo dedicado de sus funcionarios y varios profesores que fueron importantes en el camino. Sin duda, varias cosas cambiaron en el Departamento mientras estudié ahí, tales como el positivo aumento de mujeres en la carrera y la elección de la profesora Viviana Meruane como directora del Departamento.

 

Por Ninoska Leiva, dimec.egresados@ing.uchile.cl.